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RESEÑAS

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CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
Spiff-O-Rama - Reseña: American Hustle

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Cine Cartelera

Como es temporada de premios de cine es natural que la cartelera local ofrezca películas de mejor nivel, claro, sólo si se encuentran dentro del combo de las favorecidas por la crítica y los galardones. Ustedes saben: si está nominada (o es premiada), es casi seguro que los distribuidores locales de “arriesguen” a traer algo de mejor calidad –debido a la publicidad atribuida por estas simbólicas ceremonias– que la acostumbrada animación digital de turno y el coleto comercial ‘cotufero’ que vende refrescos (no incluye nuestras sagradas películas de comics y Sci-Fi, eso es calidad mequetrefes).

Aprovechando el fin de semana donde coincidieron unos pre-estrenos importantes en mi radar, aproveché de ver el nuevo film de David O. Russell (Silver Linings Playbook, I Heart Huckabees, The Fighter), un Director independiente a quien sigo con mucha admiración por sus excelentes trabajos desde que vi “Three Kings”. Su nuevo film, American Hustle, ha puesto de pie a la crítica con una ficción que tiene raíces en supuestos hechos verídicos, recreando un escándalo de corrupción política durante el libertinaje de los ’70 entre Disco, poliéster, peinados terribles y cocaína.

American Hustle no se toma muy en serio su trama y estructuralmente transpira mucha influencia del Director Martin Scorsese en su narrativa y edición, demostrando que los buenos Directores pueden tomar prestado estilos de los grandes sin entrar en el terreno del plagio. Muchos detalles me recuerda a varios films de Scorsese de corte mafia –como Casino y Goodfellas– al emplear narrativa de voz en off, secuencias no editadas de toma única y planos fijos de personajes al presentarlos por primera vez. Sin embargo American Hustle carece de ese “pizzazz” único de Scorsese en la dirección por su ritmo menos acelerado y con mucho énfasis en las relaciones de pareja. Típico de Russell.

El film American Hustle es muy dinámico y entretenido, que como advertí no se toma su guión muy en serio al brindar aditivos de video clip en su narrativa visual. Aquí la música dicta el humor de algunas escenas que no defrauda ni se siente forzado como un cliché. En especial por la selección de temas muy populares de la época que reúne artistas de la talla de ELO, Steely Dan, The Bee Gees, America, Chicago, Donna Summer, Elton John y Wings (McCartney), quienes dominaron las carteleras musicales de la década.

El fuerte sin duda lo van a encontrar en su reparto que reúne a un Dream Team logrando una química fabulosa que desde el comienzo es una contienda de desempeños de lujo entre todos los actores. Haciendo duplas, duelos y equipos espontáneos que da fortaleza a un guión inteligente y sofisticado, que para su beneficio evita revelaciones predecibles y mejora sustancialmente en cada acto. Esta química no es nueva en una cinta de Russell, especialmente la que hacen Christian Bale (The Fighter, The Dark Knight Rises, I'm Not There, The Prestige) y Amy Adams (Julie & Julia, Doubt), quienes se enfrentaron antes en “The Fighter” donde ambos se alzaron como favoritos en la temporada de premios de entonces. Aquí vuelven a verse, pero como pareja disfuncional en una sociedad romántica en la que combinan sus habilidades como estafadores y tramposos de baja calaña.

No me deja de sorprender la calidad de Bale en cambiar con cada rol. De aquel patético desnutrido en The Machinist, al comic book poser en Batman, parece no haber límites a los retos físicos que se somete para adquirir el perfil del personaje que interpreta. Su transformación corporal en American Hustle va más allá del maquillaje y el vestuario.

El duo de Adams y Bale choca con otros personajes con intereses del lado de la ley que los envuelve en un escándalo millonario que involucra la mafia italiana, políticos corruptos y un agente federal. Bradley Cooper (Silver Linings Playbook, The Hangover) representa el lado opuesto de la baja moral de los ’70 como funcionario de la ley, pero esconde complejos e inseguridades que compromete su ambiciosa vocación. Es bueno ver a Cooper –quien repite con Russell– desenvolverse en otras aguas dramáticas, demostrando su núcleo como actor por encima del acostumbrado ambiente de comedia que lo ha dado a conocer. Un lado distinto que espero desarrolle en adelante.

Igual podemos decir de uno de mis actores favoritos de data reciente, Jeremy Renner (Avengers, The Town, The Hurt Locker) mostrando consistencia y matices que ratifica su carácter dramático. Pero a quien no podrán olvidar y quien domina escena desde que aparece es Jennifer Lawrence (Silver Linings Playbook, X-Men: First Class, Winter’s Bone); no sólo la amo por ser la mamita más tiernita que he visto en años, sino que no es una simple cara (y culo) bonita ya que su demanda crece a medida que se revela distinta y fresca en cada rol que emprende. Desde Sci-Fi hasta drama, no hay papeles que esta niña no lleve a su máxima expresión. Tan sencillo como que en American Hustle Lawrence hace del film su terreno, ella manda y el resto se calla.

Cabe destacar la participación cuasi-comic relief de Louis C. K., comediante favorito de la casa que da textura humorística a pesar de su esfuerzo por mantener un tono serio. El cameo de Robert De Niro quedará para la historia, impone, intimida, sacando su casta, puro cartel. Hasta en la selección de De Niro se siente la influencia de Russell por emular a Scorsese, incluso en los flashbacks que utiliza apropiadamente y sin abusos.

Ya está en cartelera y nuestra recomendación de la semana sólida.

Film: McKay (★★★★☆)

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Bart

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