Rural Tex es un estúpido portal web de noticias y reseñas sobre videojuegos y cine popular. Combatiendo el mal gusto desde 2005 (nos está costando mucho) Influenciados por nuestra cultura geek de Comic Books & Gaming, hacemos Periodismo Gonzo de tercera en este 'Colosal Desperdicio de Ancho de Banda'

RESEÑAS

Todas las reseñas de videojuegos y cine se encuentran en nuestra base de datos alfabetizada. Rural Tex™ no apoya la piratería, todo medio que se revisa es estrictamente legal y original.

Importante: Información Legal.

CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
La Otra Dimensión - Opinión:

¡Al XBOX One le sacamos la boleta!

Noticias XBOX

Se cumple el primer año de la tercera consola de Microsoft y, al igual que con el PS4, pasa por el ojo del escrutinio donde veremos cuál fue su desempeño durante su initialis annis. Después de debutar en la industria hace más de una década con la consola más innovadora, me refiero al XBOX original, Microsoft ya tiene suficiente tiempo como para saber cómo moverse con agilidad dentro del ring. Veamos los antecedendes: El primer XBOX fue una revelación en materia de avances, aunque no fue la primera consola online ni con servicios en línea (eso se lo damos al Dreamcast), sin duda fue la primera que lo hizo funcionar bien. Introdujo el disco duro como medio estándar, el puerto Ethernet, Dolby Digital E (dinámico), resolución HD y gráficas discretas (GPU) con vertex shaders (sombras dinámicas). Adicionalmente, tuvo exclusividad en materia de –muchos– juegos que mantuvo y sostuvo durante su breve tiempo en el mercado. Si estos no son argumentos suficientes para hacer mella dentro de la industria, no sé cuáles son. Hacerle frente al Mighty-Mighty PS2 no fue fácil y se necesitó de algo superior en hardware, software y servicios para atraer al gamer indeciso. El XBOX fue lo suficientemente contundente para hacer de Microsoft un rival digno y el segundo round sería la prueba definitiva.

El XBOX 360 vino como el relevo sin sacudir mucho en relación a su antecesor al introducir un equipo sin innovaciones y con tecnología de la década pasada, mientras que su rival japonés mostraba una consola llena de avances en hardware si bien a un precio prohibitivo. Por esto el X360 se aprovechó de sus modestas especificaciones técnicas para competirle en precio al PS3, sumando además un insuperable servicio en línea –por un costo adicional– y un gran surtido de juegos exclusivos de unos desarrolladores contentos por la simplicidad de su hardware para producir juegos de calidad. Con un año de ventaja el X360 se aprovechó de los errores logísticos del PS3 para declararse ganador, algo prematuro, ya que Microsoft no se esforzó por mantener esa ventaja la cual terminó perdiendo a vísperas del cierre de la generación pasada. Perdieron franquicias inicialmente exclusivas, no continuaron construyendo sobre el una vez excelente y superior XBOX Live Arcade, no invirtieron en granjas propias de desarrolladores first party generando una sequía de juegos propios y, su hardware vencido, pasó factura más temprano de lo estimado considerando que la generación pasada duró más de lo planeado. Sumen eso el escándalo del Red Ring of Death –que dejó una inaceptable cifra oficial de 33% de consolas defectuosas– y entenderán por qué Microsoft perdió la carrera de La Liebre vs. La Tortuga que con tanta ventaja había iniciado y con la reputada herencia de su predecesor.

¿Aprendería Microsoft sobre su error para este borrón y cuenta nueva en su tercera entrada generacional? Al parecer no, a juzgar por el plan maquiavélico que tenían bajo el brazo que irritó a todos bajo el concepto del XBOX One. El XBOX One fue un desastre conceptual, publicitario y de mercadeo desde el principio, de hecho, mucho antes de lanzarlo. A pesar que fue constipado técnicamente desde el hardware para ahorrar costos, dejando como consecuencia un equipo técnicamente inferior en proporciones drásticas contra su rival (DDR3 memory anyone?), reitero que no hay nada malo en su construcción eliminando cualquier duda sobre otro RedRingGate. De hecho es una consola construida con componentes de altísima calidad que funciona de manera fresca y silenciosa, independientemente de su diseño poco atractivo. Atrás quedó aquella consola que rayaba los discos y se quemaba por pésimo enfriamiento. Sin embargo Microsoft, insistente en bajar costos, arrastró vicios hacia su nuevo equipo al mantener el controlador atado al pasado sin innovaciones modernas como las de los japoneses (PS4 y Wii U), además de su arcaico sistema de baterías convencionales (que al menos no dura media mañana como el DualShock 4). El problema de la consola no está en su hardware a pesar que no trajo nada nuevo a la mesa y llega tarde a la partida en ciertas áreas (Blu-ray anyone?), el problema está detrás de la compañía y sus políticas erradas.

Curiosamente el XBOX One fue llamado así siendo el tercero de la familia porque simbolizó en su nombre los planes de una experiencia única que Microsoft tenía en el horno. Recordemos que en su presentación oficial pre-E3 no se escuchó más que TV, TV, TV y más TV dejando perplejos a los jugadores que querían ver juegos en lugar de aplicaciones multimedia, en especial sabiendo que el X360 venía de tres años de sequías en nuevos IP exclusivos. Otra cosa que levantó cejas fue el centro de atención hacia un obligatorio Kinect, que si bien fue recibido con ventas sanas en la generación anterior, no fue muy popular entre el jugador hard-core como interfaz de gameplay. Kinect, Kinect, más TV, Kinect… y ya saben cómo salió la vaina. Lo interesante fue la reiterada amenaza de que el Kinect debía estar conectado permanente al equipo y que formaba parte integral del sistema. Por si eso no fuera suficiente, en su segunda presentación –en el E3– Microsoft mantuvo que el Kinect sería indispensable y obligatorio, dando fuerte énfasis en hacerlo relevante para justificar esos 100$ por encima del precio de la competencia. La idea era forzar a los desarrolladores a crear juegos con el Kinect en mente ya que no iba a ser opcional… eso, hasta que de la nada lo hicieron opcional presionados por las pobres ventas y el contundente rechazo del consumidor.

Esta doble cara de vueltas inconsistentes en el cambio de dirección de sus políticas iniciales se convirtió en axioma durante los meses previos al lanzamiento dejando una conclusión inobjetable: El XBOX One fue construido sobre una base de planes comerciales avariciosos en lugar de beneficios hacia el jugador, fue una consola diseñada por accionistas y ejecutivos en lugar de gamers (a diferencia de los japoneses) y fue planificado sobre una sarta de mentiras para doblegar al consumidor y confundirlo. Todo esto en combinación con las medidas draconianas de DRM que eliminaba toda opción de prestar, vender y cambiar tus juegos, que además exigía mantener el equipo encendido y conectado al Internet permanentemente. Al revertir estas políticas por la ola negativa en su contra (luego de asegurarnos que no era posible hacerlo porque "formaba parte indispensable del diseño"), el XBO se convirtió en una decepción mundial complementado además su inferioridad técnica, alto precio y falta de juegos propios de calidad. Sus ventas y porción del mercado en la actualidad reflejan esto. También los desarrolladores lo reiteran en lo técnico. Por si no fuera suficiente, el XBO salió casi un año después en mercados de segunda y tercera importancia fracasando en Japón por tercera vez de manera estrepitosa.

El problema sin duda fue de Microsoft desde el concepto hasta la ejecución. Cuando un CEO pública y cínicamente dice ante la prensa que se jodan si no tienen Internet, textualmente declarando que "para quienes no posean una conexión a Internet tenemos un producto para ustedes, se llama en XBOX 360", saben que no pueden confiar en quienes insultan, mienten e imponen. Si esa declaración de Don Mattric –exCEO de XBOX– no fue el detonante para que los directivos y accionistas de Microsoft clamaran un "¡me lo botas!", no sé cuál fue.

Lo peor no es tanto las mentiras, que se pueden pasar por "errores" si se admite con humildad, pero quedan como flagrantes insultos cuando convierten los cambios y reversos de políticas en "victorias" car’e tabla como si merecieran una recompensa. Esto fue lo que sucedió cuando sacaron un SKU sin Kinect para disfrazarlo como reducción de precio: "Microsoft está comprometido con las opciones y por eso ofrecemos un XBOX One sin Kinect" –según Phil spencer, que no es otra manera de admitir que "Les mentimos en su cara y los quisimos coger por el culo a rin pelao sin vaselina, pero ahora les damos la opción del lubricante y un condón". No sólo eso, sino que la promesa de un XBOX centrado en la TV fue eliminado en menos de un año de manera súbita y sin rendir frutos porque resultó todo lo que los gamers no querían. XBOX Entertainment Studios cerró en vergüenza y sin ceremonias. Todos estos retrocesos, improvisaciones, mentiras e inconsistencias no son más que una muestra que el XBOX One fue un fracaso total en planificación y ejecución en el arranque, pero no todo es azufre y llamas en las profundidades de ventre inferni.

Méritos se le da al menos para revertir lo que es posible (porque el hardware está tallado en piedra) y dar otra cara con al menos un mínimo de escrúpulos. Sin embargo humildad no lo es todo y son los juegos los que hablan por él. En esa materia el XBO no ha salido muy bien parado al mostrar un catálogo de exclusivos de relleno, refritos y "revivals" como llamo a esas franquicias muertas que intenta revivir como Killer Instinct (ahora después que los fighters llevan tres años resucitados saturando el mercado) y luego con Crackdown y Phantom Dust en el E3 pasado. Títulos como Ryse, Dead Rising 3, Titanfall, Crimson Dragon y dos Forza poco o nada hicieron por levantarlo, siendo Titanfall en similares proporciones de decepción a Destiny como el exclusivo esperanzado con la promesa de sacar al XBO de las cenizas. No fue así. Ni gratis ayudó a vender. Sólo recién Sunset Overdrive recibe algo de méritos como un exclusivo consistente aunque no prendió al mundo en fuego y en estos tiempos es lo que se espera. El Halo Master Chief Collection, una colección de refritos dirigido a nostálgicos de un shooter clásico con diseño primitivo, si bien con esmerado pulido en renovar los visuales, debutó como casi todos los juegos salen hoy día, lleno de fallas técnicas operativas requiriendo parches tan grandes como el contenido del disco y mucha gente imposibilitada por jugar en línea. De nuevo, al XBO le tocó valerse de multiplataformas con el agravante que su desempeño técnico es inferior en resolución y/o framerate al del PS4 desatando otra indeseada ola de publicidad negativa (Resolutiongate anyone?).

Pero ha habido intentos por dar otra cara más justa y mejor no pudo ser que al poner a Phil Spencer a la cabeza de XBOX para cambiar el rumbo. Con Spencer la imagen de XBOX ha mejorado y el foco hacia juegos es notorio. Lo importante es que Microsoft asuma que no es igual al PS4 en capacidad técnica y siga el ejemplo de Nintendo, que no le para bola a eso y se concentra en sacar juegos de calidad con lo que puede y tiene, eso debería ser su nueva mística en lugar de intentar hacer falsa paridad técnica que se reconoce es imposible. Otra conducta positiva que supera al PS4 ha sido en mejorar el servicio XBOX Live (añadiendo juegos gratuitos vía Gold) y en el software con sendas actualizaciones del OS dejando al sistema del PS4 en las cavernas. Pero lo que no deben hacer es seguir con la actitud de "tenemos real y podemos despilfarraldo con pérdidas comprando en lugar de crear", porque les está costando a largo plazo, si no que vuelvan a ver el X360 en materia de cosechar juegos y la sequía que sufrió a partir de mediados de generación.

Lo que hicieron al pretender la exclusividad de la secuela de Tomb Raider se les devolvió peor que el DRMgate y les dolió. El XBOX One no puede subsistir a punta de Forzas, Fables, Gears, ordeñar la vaca seca de Halo ni comprar exclusivos efímeros. ¿Sin IPs nuevos (no revivals)? Pues no, el X360 no pudo hacerlo ¿qué les hace pensar que el XBO lo hará? Hora de invertir en granjas desarrolladoras para rendir frutos a largo plazo (como los japoneses), no soluciones mediocres para el aquí y el ahora. Por otra parte su servicio en línea sigue sólido y estable aunque tuvieron una caída (contra cuatro del PSN). Las ventas se han estimulado este mes con otra reducción de precio y combos agresivos, pero sólo en norteamérica, único mercado donde aún puede competir.

A todas estas es importante que asuman su puesto, revisen sus aliados, tomen medidas positivas hacia los jugadores y no los accionistas, pero por sobre todo ser honestos y seduzcan al gamer con juegos irresistibles –propios– y no con constantes reducciones de precio ni regalando juegos que no calzaron en su debut AAA… eso no ha servido ni probado ser efectivo para levantar las ventas fuera de un par de semanas en EE.UU. y UK, de nuevo, dos mercados donde tienen relevancia porque mundialmente son inexistentes, y aún así están detrás del PS4.

Rasparon con 9,4 pero compraron la décima para que les diera 10.

Puntaje: Mancao (★★☆☆☆)

___________
Bart

Template Design by Rural Tex