The Power Of Christ Compels You
Película muy apropiada para la pasada pascua ¿no creen? Aunque este tema ya se ha presentado en la clásica novela y film The Exorcist de William Peter Blatty (1973) con basamentos verídicos sustentables, no quiere decir que se haya dicho la última palabra al respecto. The Exorcism of Emily Rose relata con mediana fidelidad, los acontecimientos nada esclarecidos del verídico caso de Anneliese Michael en Alemania a finales de los '60. Digo con mediana fidelidad ya que los productores de este film tuvieron que abordar distintos patrones dramáticos y teatrales para darle una perspectiva más sensacional al poco concluyente caso. Caso que no ha podido ser corroborado, ni por la ciencia ni por la teología. Ello deja a la libre interpretación.
Y es precisamente este punto intermedio en que el film se basa sin inclinarse hacia ninguna opinión o bando. Otra razón para abordar este caso y trasladarlo a film, fue el hecho que el caso de Anneliese no presentó ninguna de las señales sobrenaturales irrefutables que rodearon al caso real detrás del Exorcista de 1973 y que demanda la Iglesia para intervenir. Es decir, el caso verídico detrás del Exorcista se cuenta como el único* aceptado como auténtico ante los ojos del Vaticano y de la ciencia médica.
Tanto, que por muy increíbles que les parezcan las escenas del film del '73 (aún las censuradas que añadieron recientemente), las verdaderas fueron idénticas a la versión fílmica, sólo que se hicieron cambios para ocultar la identidad del original (en el caso real fue un niño en 1949). Lo que me lleva a advertirles que no esperen grotescas escenas ni dramáticos efectos paranormales en Emiy Rose porque no ocurrieron de otra manera que la presentada. Pero sí hubo evidencias que motivó a un sacerdote a practicarle el Rituale Romanum para continuar donde la ciencia no pudo. A partir de ahí que se prendió el peo...
El film se centra en las consecuencias posteriores al exorcismo y las investigaciones para dar con una explicación factible y satisfactoria ante la ley, la ciencia y la religión. Hasta ahora sigue así, inconclusa. Recomiendo que la vean con una mente abierta, pero tan abierta que casi haga que su cerebro se salga de su cráneo, porque aquí hay de todo para convencer a los creyentes y escépticos al mismo tiempo. No es un film de miedo y terror, aunque tiene sus momentos que encogen cojones y los enfría como un Bon Ice. Pero es una visión distinta a la abordada por el film de 1973 y realizada con muy buen gusto.
La dirección es oscura, de momentos dinámicos, desesperantes, dándote la sensación de acompañar a los protagonistas (Laura Linney) en sus angustias y suspensos. Con una fotografía oscura y poco iluminada (excepto durante las escenas del juicio) que te transmite la frialdad macabra de que hay algo oscuro entre nosotros. La transferencia a DVD sin problemas, capturando cada detalle oscuro de las escenas con nitidez.
El sonido es brutal, muy dinámico y con efectos sonoros enfatizados para sacarte un escalofrío de vez en cuando. Si no ven este film en un verdadero cine o Home Theater olvídense de experimentarla como debe ser ya que el sonido es protagonista tanto como la imagen misma. Es más, si tuviera que elegir entre sólo ver o escuchar la película, mi opción sería escucharla, las imágenes complementan el sonido.
Sobre todo por la única evidencia más allá de los testigos, la cinta de audio del exorcismo grabada por el sacerdote durante el ritual (busquen la cinta original en alemán por Internet, pero documéntense con libros). Altamente recomendable.
Film: McKay (tirando a Willy); Video: McKay; Sonido: Willy McKay
____________ Barthbel[†] "¡El Poder de Cristo te Obliga!" -Padre Merrin, Padre Karras. The Exorcist (1973).
[*] Aunque inicialmente la Iglesia Católica reconoció el caso de Anneliese como auténtico, las consecuencias posteriores a éste, con la intervención mediática y legal, hicieron que se retractaran de su decisión por dudas razonables. En el caso del niño que inspiró el clásico libro/film, la posición oficial se mantiene por ser inexplicable por ciencia o ley alguna, además de ser corroborado, hasta en cansancio, por numerosos sacerdotes de diversas órdenes, incontables médicos y psiquiatras así como por múltiples testigos. Sólo un idiota (así llamo a los escépticos extremistas) se atrevió a refutar tales hechos como teatro de un niño malcriado. Les recomiendo que investiguen sobre este caso para que comprueben que la película es un juego de niños en comparación con la realidad.
