A Foxy life for me


No jugué ni conocía la primera entrega de Spirit of the North 2, pero me dio mucha curiosidad ante la invitación de Silver Lining Studios de darle una probada al ver su propuesta de juego. No suelo entrar en una serie en la mitad, en especial si hay continuidad narrativa entres sus capítulos, sin embargo esto me ha pasado antes y me motiva a jugar los anteriores si el juego lo amerita. Me pasó recién con Sniper Elite y hoy día soy un fan acérrimo de la serie.
También Spirit of the North 2 me hizo recordar a Endling: Extinction is Forever, un precioso indie que revisé hace unos años y que me dejó una grata impresión. De similar concepto, Endling al igual que Spirit of the North 2, tratan de una aventura en tercera persona de un zorro en un mundo abierto donde deber enfrentar retos, peligros y solventar situaciones en un ambiente de platforming light en sus quests. Las diferencias terminan ahí, aunque no pretenderé compararlos todo el tiempo ni mucho menos usar a Endling como barra de medir, no puedo evitar tenerlo de referencia dadas las similitudes ineludibles entre los juegos. Especialmente siendo que Endling me dejó una experiencia grata y muy positiva. Ambos son diferentes en muchas áreas para distinguirlos a pesar de compartir fundamentos en concepto y jugabilidad.


Spirit of the North 2 recoge la trama de su predecesora de hace cinco años, con un mundo más expansivo y una narrativa exploratoria más densa que enriquece su gameplay apaciguado. Desarrollada por Infuse Studio, esta secuela asegura que mejora la exploración serena del original con mecánicas más profundas y una narrativa más rica, mientras conserva el encanto tranquilo e introspectivo que hizo que el primer juego se destacara entre la arena indie. Una vez más juegas como un zorro solitario en un mundo lleno de mitos y ruinas, ahora guiado por un sabio cuervo. La pareja emprende un viaje para rescatar a las bestias guardianas, una vez veneradas, de las garras de un amenazante chamán oscuro llamado Grimnir. Es una historia contada casi en su totalidad a través de imágenes y señales ambientales, sin diálogos, con algunos pergaminos en formato de texto, en un diseño artístico de ruinas lúgubres y ambientes decaídos.


Una vez que inicias el juego, tendrás la oportunidad de crear tu personaje –un zorro– usando un creador de personajes muy detallado. A pesar que el resultado final siempre será el mismo, puedes hacer al zorro más delgado con pelambre de distinto color e igual para los ojos. Puedes ajustar sus atributos físicos e incluso darle un nombre. En términos narrativos, Spirit of the North 2 está amientado en un mundo antiguo que quedó en ruinas. El viaje es uno de supervivencia, magia y limpieza de la tierra de esta corrupción mientras exploras vastos paisajes llenos de historia olvidada y fuerzas místicas. Hay otros zorros en este mundo pero no son NPCs ni esto es un RPG, Encuentras a un cuervo como compañero, ya que accidentalmente sueltas a un espíritu llamado Grimnir, que causa estragos en tu mundo. Tu objetivo es emprender un viaje para hacer las cosas bien y reparar el daño que provocaste (casi que como Gordon Freeman, LOL!).

La narración se cuenta principalmente a través de las imágenes de esta aventura de mundo semiabierto. Un mundo bastante grande aunque debo decir que demasiado para lo vacío y tedioso que resulta explorarlo. Cuando encuentras un área interesante, actúan como oasis interactivos luego de pasar ratos caminando entre espacios vastos y desprovistos de recompensas ante lo decepcionante de su aparente invitación aventurera. Hay obstáculos a resolver, atajos y recovecos que conectan áreas unas con otras luego que resuelves los problemas propios de cada lugar. No obstante toma tiempo y rompe el ritmo una vez pasas ratos dando vueltas, donde romper vasijas para reunir piedras luminosas, spirit whisps (la moneda del juego), resulta el único incentivo a escudriñar cada metro cuadrado. No hay combate ni enemigos en esos espacios como tampoco en las estructuras internas que te topas aquí y allá. Pero hay jefes que alteran la fórmula a ratos para variar.


La jugabilidad consiste en controlar al zorro, correr, saltar y explorar libremente. Sin embargo, el elemento de plataformas del juego es el más débil, con una extraña mezcla de saltos orgánicos y una pequeña marca azul que aparece, indicando dónde puedes saltar sin hacer esfuerzos mecánicos, casi que como un quicktime event. Resulta conveniente como incongruente donde te asiste en un intento por mantener la precisión orgánica de tus movimientos. Raro. Desde una perspectiva de jugabilidad, Spirit of the North 2 abarca la exploración del mundo abierto, mezclado con una narrativa silenciosa como elemento central, permitiendo interpretar la historia a través de las pistas ambientales que no siempre son explícitas en guiar, siendo que la libertad del sandbox impone pocas restricciones. El juego nunca te dirá a dónde ir o qué hacer, siquiera en el mapa; encontrarás una flama roja en el horizonte como pista única, el resto queda de ti para resolver.


Algunas puertas abren con objetos especiales que debes encontrar, otras requieren canjear un número de spirit whisps acumulados. Un mapache como mercader es entre los pocos NPC interactivos –útiles– que sirven para mejorar tus habilidades y reforzar mecánicas, en especial añadiendo y combinando runas con poderes especiales que se reflejan en tatuajes luminosos en el pelambre del zorro a medida que los activas y acumulas (igual para el cuervo). Cruzar los vastos espacios de un área a otra, a medida que vas descubriendo y desbloqueando sectores, se vuelve tedioso sin un sistema de fast travel, con apenas un portal ocasional que te ayuda a navegarlos sin tanto caminar. Hay riesgos de morir en cualquier escenario, pero checkpoints ayudan a recuperar el viaje si activaste uno entra los muchos que existen regados por el mapa.
Visualmente, Spirit of the North 2 no es nada revolucionario, next gen, ni te hará cortar las venas, decepcionante para un título desarrollado en medio de la actual generación y las herramientas modernas –gratuitas y accesibles– como Unreal Engine 5 y Unity 6. El juego parece decente gracias a su buen diseño artístico, pero no más que eso. En especial donde las texturas y modelos hacen lucir a veces como un juego de PS3. Particularmente el agua. Los problemas técnicos también afectan negativamente la experiencia. El framerate corre bien en performance mode a 60fps, pero las fallas de texturas y trazados, clipping y pop-ins, sumados a sus constantes fallas de audio, te saca de la poca inmersión que sus visuales mediocres pueden lograr. Hay muchos momentos de silencio que desconectan de la experiencia, pero para su beneficio el soundtrack instrumental de pianos y cuerdas compensa por fuera de escenas climáticas.
Spirit of the North 2 es una evolución reflexiva y serena. Su belleza, ambición y espíritu son innegables. Ciertamente hay mucho que disfrutar, cuando el juego funciona y el ritmo de la ilusión hacen conexión, es genial, pero cuando los problemas técnicos y los recorridos tediosos se interponen, evitan que alcance su potencial máximo.
¿35$?: Recomendable con reservas, no es para todo el mundo si buscas experiencias más exitantes.
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PS5 | 2025. 1-Disco (Blu-ray) o Digital. Zona ALL. Video: 4K/30fps - 1440p/60fps. Sonido: DD 5.1, Jugadores: 1 (Online: N/A); Disco Duro: 21.5GB, DualSense/DualShock 4 Compatible. Trophies. ESRB Rating: E
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Barton
[*] Parche día uno aminoró la mayoría de las fallas técnicas, en especial las más graves en audio.