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RESEÑAS

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CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
Spiff-O-Rama - Reseña: RoboCop

Cybernétique Punk

Cine Cartelera

En la categoría de refritos que nunca se debió rehacer tenemos el primer Sci-Fi geek film del año y, pana, empezamos mal. Que no se repita el 2013 donde tuvimos un carrusel de mediocridades que necesitó de los bíceps de Thor para salvar el género (Gay Alert!); sobre todo que las expectativas están bien altas de nuestra parte al apostar todo por X-Men: Days of Future Past y Captain America: Winter Soldier. Buej, mientras tanto abrimos el 2014 con un remake que francamente fue un facepalm desde su anuncio y un rotundo Meh luego de verla que corrobora nuestro ojo clínico… o geek.

La obra magna de culto Distopic Cyber-Punk-Fi del Director Paul Verhoeven, “RoboCop” (1987), es uno de mis films favoritos del género por su extraordinaria narrativa oscura y su cinematografía B-Movie style que extraño mucho en estos días de efectos CGI y la poca imaginación de los cineastas actuales. Verhoeven supo usar el contexto social de las ciudades azotadas por el crimen durante los ’80 en Norteamérica, para proyectar la visión de un futuro posible donde la evolución paralela de la tecnología y el crimen, someten a una sociedad carente de valores y saturada de hedonismo desbordado. El film original “RoboCop” es una radiografía hermosa de nuestro presente, casi premonitorio, en donde la imaginación cyber-noir permitió la idea de un cyborg al servicio de la ley (mitad humano, mitad robot), que devuelve el balance y la moral a una Detroit absorbida por el pandemónium, el caos y la delincuencia normalizada… hint? hint?

Es triste que esta falta de originalidad y creatividad que sufre la industria del cine, al menos en el género Sci-Fi, permita el sacrilegio de abordar un refrito de aquella cinta magna de Verhoeven (estilo que repitió al pelo en "Total Recall" tres años después). RoboCop (2014) es, en todo sentido y comparación, una aberración al film que pretende homologar donde queda por debajo de la original en… todo. Incluso hasta el punto que siquiera intenta honrarla al desaprovechar la oportunidad de hacer un cameo con Peter Weller (el RoboCop original) a quien esperé durante toda la película y nunca apareció.

RoboCop repite la historia del Detective Alex Murphy quien luego de un atentado que lo deja al borde de la muerte, recibe implantes de cyborg en un programa experimental por demostrar que los androides pueden resguardar la ley. Aquí las similitudes argumentales entre la original y el refrito terminan, hay muchos cambios de forma y fondo –más que estéticos– para darle un aire renovado a la reiniciada franquicia. Elementos que incorpora el factor militarista que mantiene infectado el cine Geek-Fi desde los sucesos post 9/11 (Transformers, Iron Man, Thor, etc). El núcleo sigue siendo igual, el policía “resucita” en un mecha exoesqueleto cibernético que lo mantiene vivo y lo dota de habilidades especiales donde el factor humano prevalece gracias a su cerebro, corazón y alma.

El problema está en que es diametralmente opuesta a la original, cargada de un tono adulto oscuro, que deja a RoboCop como un matinée infantil. El carácter adulto y explícitamente grotesco que caracteriza a la original (con el delicioso maquillaje dantesco de Rob Bottin) está ausente en RoboCop debido a su cortina políticamente correcta que en lo personal me dio asco. ¿¡Un RoboCop con taser gun!? Fuck You!!! El RoboCop de Weller le planchaba el flux a balazos hasta a los que se comían la luz y los que cruzaban la calle fuera del rayado. La narrativa floja, estéril y predecible no deja espacio para emociones ni tensiones en un festín de escenas de acción planas sin riesgo ni atrevimiento.

Hasta el "traje" de RoboCop es un insulto, con un aspecto cyber-gay que nunca inspira el respeto ni el convencimiento de que es un robot, tal como hizo el film de Verhoeven sin la asistencia de efectos CGI. En lugar de un cyborg que inmuta como el original –que no estaba jugando carrito– éste parece más bien el cruce entre un disfraz moderno de Batman y Daft Punk. Ah, este RoboCop nuevo tampoco "juega carrito" porque anda en moto en lugar de un vehículo patrulla. La cinematografía artística es "limpia", típica de las cintas Sci-Fi actuales que reposa en el maquillaje digital en lugar de una buena atmósfera escenográfica con consecuente fotografía apropiada para el tono.

Olvídense de los personajes, si en la original hubo mucho soporte a Weller para darle legitimidad de carácter al reparto (con Cox, Ferrer y Smith), aquí ningún personaje traduce empatía ni conexión con la audiencia perdiendo el interés en la historia y su desenlace. No es que los únicos actores de peso, Gary Oldman, Jackie Earle Haley y Michael Keaton aportan nada, al contrario, sus desempeños no dejan nada a pedir, como siempre, pero es que sus personajes y la dirección general de los actores no les da suficiente espacio para desenvolverse. Al menos superan el acartonado RoboCop (Joel Kinnaman) que poco o nada hace para sustentar el argumento central del film.

Al referirme a la dirección como el responsable de la falta de dominio y desarrollo de los personajes, me refiero a esos detalles que necesitan los caracteres para dar el impacto apropiado a la audiencia. Por ejemplo, el factor de entrada e introducción es importante, aquí Verhoeven lo supo manejar majestuosamente en la película original a demorarse en presentar al RoboCop por primera vez con muchas escenas de misterio y progresión desde la perspectiva de primera persona del robot. Dejando un aire de expectativas al acumular el misterio de su transformación con las miradas e impresiones de quienes lo observaba a su rededor como estímulos al espectador. Mejor aún su entrada en acción por primera vez en patrullaje, excelente entrada al personaje. Aquí en RoboCop no encontrarán nada de eso, una dirección de tipo TV (José Padilha) con una narrativa sobre explícita y predecible sin uso alguno de motifs, progresiones ni tensión.

Hasta Samuel L. Jackson está en el film, haciendo de… Samuel L. Jackson hasta el final porque su personaje solamente sirve para explicarle a la audiencia –innecesariamente– lo que un buen Director habría hecho con secuencias visuales y escenas bien construidas. Meh… Hasta combatí el sueño a media cancha.

Estrena hoy, pero no se molesten.

Film: Mancao (★★☆☆☆)

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Bart

P.D. Por ahí me dijo el Cerdiman que piensan hacer un refrito de Apocalypse Now… preparen las antorchas que quemaremos salas en protesta. ¡Respect the classics!

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