Rural Tex es un estúpido portal web de noticias y reseñas sobre videojuegos y cine popular. Combatiendo el mal gusto desde 2005 (nos está costando mucho) Influenciados por nuestra cultura geek de Comic Books & Gaming, hacemos Periodismo Gonzo de tercera en este 'Colosal Desperdicio de Ancho de Banda'

Otra entrega anual de MLB The Show y persiste la tendencia esta generación sin cambios mayores. ¿Cuáles son? Pues si han seguido mis reseñas anteriores las podemos resumir en: mantenimiento con constantes ajustes a sus mecánicas de juego, ignorar todos los modos excepto Diamond Dynasty (el que le da el billete al estudio) y cero riesgo, innovaciones ni un salto gráfico significativo.

En parte debemos este atasco a que, a pesar de haber señalado el año pasado que dejarían de soportar a las consolas de vieja generación (dicho por los desarrolladores), no cumplieron su promesa y aquí estamos, otro año y MLB The Show se ve y juega igual que el año pasado, y el anterior y el anterior… Sin embargo no todo es como aparenta, ya que en buena medida MLB The Show 24 contiene suficientes mejoras y ajustes, nuevamente, para satisfacer a los adeptos quienes jugamos y vivimos este juego todo el año, cada año. Si bien es cierto que no hay grandes cambios a los modos, mecánicas de juego y hasta el postergado salto grafico generacional tan ansiado, el juego se siente mas fresco, pulido y consolidado que nunca y no está hablando el Bartolomeo fanboy del juego, sino el crítico quien está obligado a ser justo e imparcial para los lectores de RTx.

MLB The Show 24 sigue concentrado en darle prevalencia al modo Diamond Dynasty, el modo de fantasy baseball de coleccionar barajitas para armar tu dream team y enfrentar los retos online y offline del juego. Esto es sin duda nada sorpresivo dado que es el modo que le da mas entrada de dinero a San Diego Studio y por defecto a Sony ya que es aquí donde se adquieren las microtransacciones. Pero me cansé de este modo que no importa qué tan fuerte armes ese equipo, el año siguiente hay borrón y cuenta nueva, todo el tiempo –y dinero– gastado se pierde para empezar de nuevo. Esta práctica no me convence y, siendo que Diamond Dynasty era una opción casual y hasta opcional para mi, no me molesta dejarlo atrás. Desde siempre he jugado todos mis juegos de beisbol con una única meta.

Esa meta siempre ha sido la de buscar reproducir al máximo posible la simulación mas fidedigna del deporte, incluyendo recrear sus ligas, equipos y jugadores. Desde los humildes inicios del ATARI, pasando por R.B.I., Bases Loaded, Ken Griffin Jr. (en Nintendo), Bo Jackson, Tony LaRusa, Hardball (en PC), High Heat, MVP, MLB (en PlayStation), sólo por mencionar los más relevantes entre tantas efímeras para el olvido, mi búsqueda siempre fue la de recrear un videojuego de beisbol lo más cerca de la realidad para simular sus campañas análogo a la temporada vigente. Esto finalmente se ha cumplido en mayor medida gracias a la franquicia MLB de 989 Studios, que en el 2006 Sony adquirió para rebautizarla como San Diego Studio y su I.P. –MLB– ahora se llama The Show.

Por lo tanto, y lo dejé claro en mi reseña de MLB The Show 22, ya poco me importan las demás modalidades que trae este juego, siendo FRANCHISE, la única que me interesa, ya que esa es la única forma de simulación paralela a la vida real, sin atajos (aunque hay recortes para acelerarla). En Franchise puedes jugar la temporada completa, sus 162 juegos, 9 innings y 27 outs tal cual ocurre en la vida real, con su física, velocidad y dificultad (de nuevo, también hay niveles de asistencia para facilitar el juego a todo público). El resto de MLB The Show son modos de fantasía, de una manera u otra, donde en Diamond Dynasty puedes tener en tu equipo, no sólo a figuras retiradas com Chipper Jones y Cal Ripken Jr., sino a legendas fallecidas como Joe DiMaggio y Ted Williams.

Peor aún, en el modo Road to the Show se eleva la fantasía a niveles irreales e imposibles (reiterado con más fuerza este año), porque te pone a ti –o a un jugador que inventes– a participar como atletas que alcanzan las ligas mayores y hasta estatus legendario. Este modo también fue ocasional y casual para mi, pero en los últimos años dejó de interesarme, ya que, por más que me entretiene la idea de crear un pitcher ficticio con mi nombre que rivalice con logros y números de Nolan Ryan, Mariano Rivera y Greg Maddux, la novedad pierde relevancia cuando te das cuenta lo tonto y poco satisfactorio que es. Más aún cuando a este modo lo han abandonado volviéndolo repetitivo y fastidioso. ¿Quieren saber como lo empeoraron este año? Añadiendo a mujeres en la MLB.* LOL!

Volviendo a la entrega de este año, MLB The Show 24 me satisface con al menos saber que los fundamentos no han sido descuidados. Muy a pesar de mis decepciones respecto a cambios pendientes que el juego necesita acorde a la generación actual. Empezando por el salto gráfico, que aún no llega ni llegará mientras sigan dando soporte a la generación anterior, que frena el potencial técnico de la presente. No obstante esto no ha detenido a NBA de 2K y FIFA de EA (FC Football), las otras dos franquicias deportivas más populares en los videojuegos, de dar avances gráficos mientras mantienen soporte a viejas consolas. En defensa de San Diego, son un estudio más pequeño que el de FIFA y NBA, y sus publicistas –2K y EA– son más grandes que Sony y venden más que The Show.

El gameplay y la pulida ejecución en MLB The Show 24 siguen como prioridades dentro de los mejoras de cada año. Sus mecánicas de juego están entre las mejores, si no la mejor, de todas las franquicias deportivas en la industria. Veteranos hard core notarán –como ha admitido San Diego– que no hicieron nada al balance de pitcheo y bateo. Aún así aumentan la velocidad de salida de la pelota al contacto con el bate, ajuste muy necesario y ahora más realista. Para quienes usan el modo de pitcheo Pinpoint, ahora los gestos se reversan como espejo si el lanzador es zurdo, además que unos tipos de lanzamientos reciben nuevos gestos. Deben reaprenderlos practicando. Fuera de esto no hay nada nuevo o modificado a las mecánicas de juego en ninguna modalidad, nueva o clásica.

Hay mejoras gráficas, pero sólo para las consolas actuales. Cambiaron el motor de luz y los resultados son notorios, especialmente con luz artificial. El otro es un cambio radical en los rostros similar al de MLB 17. Mas de 1000 atletas fueron actualizados, resalta el brillo en la cornea que da vida a lo que antes parecía una escultura de plástico (ver abajo) ¡y al fin hay física del cabello! Sumen mas de 400 animaciones y tienen una presentación fresca. Aún así falta, porque a pesar que añadieron nuevos cantos y sonidos regionales en los parques, incrementando la atmósfera, seguimos sin Sounds of The Show; la función en el PS4 que te permitía añadir tu propia música, además de sonidos ambientales al estadio. Hay uno en particular me gustaría recrear… Ah, y sus narradores continúan siendo muy repetitivos.

Al igual que el año pasado retorna Storylines, la sección histórica y educativa para honrar figuras clásicas, con tutela documental narrativa junto a la correspondiente recreación con jugabilidad interactiva. El año pasado debutó con Las Ligas Negras, y este año retorna en su segunda temporada. Es igual, así que para no alargar esta reseña, refiéranse a la del año pasado donde ahondo en ella. Lo que sobresale este año es un documental anexo dedicado a una legenda que en particular es ídolo personal de mi generación y de mi equipo. No puedo sentir la misma emoción hacia otras legendas de mi equipo ya que pertenecieron a dinastías que anteceden mi existencia. Para mi fortuna, mi generación contó con su dinastía propia, y de ella salió "El Capitán": Derek Jeter.

El documental de Jeter está narrado por él mismo, recordando cronológicamente toda su carrera y recreando esos momentos con secciones guionizadas de gameplay para darle interactividad. Para el momento de la reseña el juego vino con apenas los primeros 5 años de su trayectoria, prometiendo completarla más adelante con contenido descargable (igual Las Ligas Negras). Jeter narra recordando sus momentos gloriosos, haciendo espacio para reconocer con humildad a sus compañeros con quienes compartió esa dinastía histórica de los '90, en especial a Posada, Rivera y Pettitte.

Recrear esos momentos fue emocional para mi que los viví, como el home run donde un fanático intercedió atajando la pelota obstruyendo al jardinero de Baltimore; o su famoso giro en el aire para hacer jugadas increíbles que inspiró a una nueva generación de campo cortos; o el out en la goma asistido desde el left field, entre otros hitos más que vendrán. Jeter comparte detalles íntimos de su carrera, sus luchas, temores, frustraciones, logos y satisfacciones. Una joya que espero repitan el año que viene con otra figura igualmente legendaria como Maddux, Ripken, Ozzy, Pudge, Henderson y… sí hasta Pete Rose.**

Esta reseña de MLB The Show 24 quizás no sea la que esperabas, no es como hace más de una década cuando la franquicia estaba en evolución y sobraban sendos avances en cada año. Cuando se está tan madurado y cerca de la perfección, cuesta innovar como mejorar sobre un legado acumulativo ejemplar. Repetir lo mismo cada reseña, como hablar detalles de Diamond Dynasty, sus nuevas barajtas y modos para conseguirlas ya se me hace tedioso, si es lo que buscabas, hay otros que se especializan en eso.

De resto cuesta recomendarlo si no eres un aferrado constante que apreciará los pequeños ajustes a detalles que al común le parecerá –en la superficie– "el mismo juego del año pasado", porque de cierta forma, lo es.

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Bart

P.D. Rural Tex nuevamente no habría podido contar este año con una copia –día 1– de MLB The Show de no ser por la generosa ayuda de parte del fiel ruraltejano Mervin Pardo. Gracias mamapipe, sin tu generosa donación esta reseña no habría sido posible.

Nota: El "Niño Guante" que este año que ilustra la portada de manera sorpresiva es Vladimir Guerrero Jr. de los Azulejos de Toronto, quien no necesita presentación, no tanto por ser el retoño de la leyenda viviente Vladimir "VLAD" Guerrero, sino porque se ha dado a conocer por mérito propio llegando a alcanzar las estadísticas de su padre a tan corta edad. El dominicano no ha estado en su mejor forma en las últimas dos temporadas, de ahí la sorpresa, dado que todo el mundo esperaba casi con seguridad, que la portada estaba asegurada para Ronald Acuña Jr. –jardinero de Los Bravos de Atlanta– quien brilla como la super estrella emergente en meteórico ascenso, con cifras record que incluye su hazaña de 40/70 de la temporada pasada, su poder con el bate, average de bateador líder, habilidad sobre natural corriendo las bases y números de guante de oro en los jardines. Por si fuera poco fue seleccionado por la prensa como el Jugador Mas Valioso (MVP) de la Liga Nacional 2023, razón suficiente para ser el atleta de la carátula como fue tradición en MLB The Show por mas de una década; pero que al parecer ya no es relevante para el equipo de mercadeo de Sony San Diego que ahora lanzan una moneda o se lo sacan del culo. Merecido para Vladdy Jr. que al menos no resultó un WTF!? como lo fue "Jazz" el año pasado, sin embargo nadie mejor que Acuña como primera opción o el AL Cy Young 2023, Gerrit Cole (NYY), y el de la NL, Blake Snell, para el honor de este año en mi opinión.

[*] Añadir mujeres a MLB The Show es absurdo, ni siquiera cuadra con el modo de fantasía de Road to the Show (RttS) aunque que el foco de ese modo de juego es crear un personaje ficticio que llegue a las Grandes Ligas. Si bien hay mujeres en el basket y el fútbol, para ilustrar y justificar mi punto, éstas pertenecen a su propia liga, la WNBA es para las mujeres en el basket profesional, no están mezcladas en la NBA masculina y por consecuencia analógica no están en el videojuego de NBA 2K. Similar ocurre en la FIFA –tanto el videojuego (ahora EA FC)– como la vida real donde también están en su propia liga profesional; en el videojuego también añadieron mujeres recientemente, pero dentro de sus propias ligas femeninas correspondientes como existe en la realidad, no dentro de las ligas masculinas europeas, americanas, africanas ni asiáticas de la FIFA masculina. En beisbol por el contrario no existe una liga profesional femenina, se intentó durante la Segunda Guerra Mundial cuando muchos hombres atletas acudieron al llamado del deber, no funcionó. Este es un deporte donde, a diferencia del basket y el fútbol, las féminas no han podido establecerse de forma profesional por quizás una cuestión fisiológica mas que comercial (nadie las iría a ver ni patrocinar, como le ocurre a la WNBA que lucha por sostenerse económicamente). Por lo tanto, aún en la fantasía de MLB The Show, mezclar mujeres dentro de la MLB no tiene sentido, siquiera en las ligas menores. La razón mas fuerte de peso, está en que ningún equipo comprometería el potencial máximo de su roster añadiendo un punto débil estadístico en una liga donde las estadísticas afectan el dinero, ya que una mujer en una posición cualquiera en la MLB generaría un desbalance en desempeño que el contrario no desaprovecharía en explotar: como que ninguna mujer puede lanzar a 100Mph (el record mundial está en 86Mph por Genevieve Beacom, donde sólo califica para beisbol amateur universitario), ni mucho menos batear una bola a esa velocidad, como tampoco tendría la fuerza ni la consistencia para tener números al bate –o lanzando– siquiera al mínimo requerido en las ligas menores (sin tomar en cuenta su capacidad para las lesiones); Menos aún que responda a un contrario masculino que la supera dramáticamente en todos los renglones físicos. No es una cuestión sexista ni misógina, es una realidad. Añadir esto a The Show, donde su consumidor representa una demografía 99% masculina, ha sido el chiste facepalm/WTF!? desde su anuncio, porque nadie pidió esto, y complacer a una ultra minoría de sub 1% de posible clientela femenina del MLB The Show sólo indica que fue una decisión woke para temas de diversidad e inclusión que en esta liga no calzan. Fue una pérdida de tiempo y de recursos de parte de San Diego Studios sabiendo que hay funciones pendientes por añadir y mejorar en el juego. Lo comprobarán con las estadísticas de sus ventas y la recepción de cuántos usuarios utilizarán este función ridícula, absurda y fuera de la realidad.

[**] Puedo soñar con ver al HALL OF FAMER Pete Rose en MLB The Show, algún día se hará justicia y su legado como el Rey de los hits volverá a estar en Cooperstown. Su desproporcionado castigo ha sido una cruzada personal por parte de Bud Selig. Nadie le podrá arrebatar sus logros legítimos.