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CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
La Otra Dimensión - Reseña: Blasphemous II

Modo Poenitens Transibit

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En mi reseña original del primer juego, me decanté en celebrar el auge de los 2D 8-bit styled sidescrollers que invadieron la escena gamer por allá en 2018. Entre Dead Cells y Hollow Knight, sucedieron muchos otros como Celeste y Moonscars –más recién– por no mencionarlos a todos. Es un género que ha surgido desde la nostalgia probando que muchos viejos y noveles queremos seguir disfrutando de una categoría que volvió para quedarse.

Blasphemous ciertamente fue uno de ellos y el anuncio de una segunda parte nos llenó de alegría a comienzos de año. La gente de The Game Kitchen tiene un toque de clase y balance cuando se trata de recrear estos clásicos metroidvania, pero con inspiraciones de juegos modernos, como los soulslike, para inyectarle un toque juvenil con mecánicas y diseños que son ajenos a los juegos de origen de los tiempos del NES. Con Blasphemous II nos preguntamos si hubo algo que faltó decir en el original o si éste necesitaba mejorar lo que parecía no requerir ajustes. Pues fíjense que sí. Luego de recibir mi copia de cortesía del publicista, he pasado gran parte del mes revisando esta maravilla que retiene toda la excelencia del primero, pero ajustando detalles que mejoran la experiencia a la vez que nos brinda otra excusa para perdernos en su muy elocuente mundo religioso medieval lleno de oscuridad y retos.

Blasphemous II es familiar desde el comienzo, desde su hermoso arte pixel-art de 8-bit (mas bien 16-bit dado que tiene efectos de parallax que no existían en la era del 8-bit), hasta su atmósfera teológica oscura; pero de inmediato encontrarás diferencias marcadas que se distancian del anterior, cambiando mecánicas y diseño de ejecución para una jugabilidad más fluida e innata. Por ejemplo, en el primer juego debías usar un botón extra para adherirte a las paredes que escalabas además del botón de saltar. Esta coordinación se volvía algo tediosa y angustiante, en especial si te atacan en pleno platforming.

En Blasphemous II te adhieres a la pared momentáneamente antes de deslizarte por la física de la gravedad, no sin antes repetir la acción de saltar, recuperando el momentum, y continúas la escalada. No tienen idea de cómo esto mejora la experiencia de platforming con un sólo botón y menos ansiedad en la ejecución. Con esto advierto que la configuración de los controles fue alterada respecto al primero –para mejor– y como prueba intenté volver a jugar B1 momentáneamente luego de aclimatarme a los controles de Blasphemous II y me fue muy difícil adaptarme a la vieja configuración de controles.

Es apenas una de tantas mejoras y ajustes, tanto en el diseño como en el gameplay, que demuestran que desarrolladores talentosos pueden venir con innovaciones para superarse sobre un trabajo inicial bien hecho. En Blasphemous II encontrarás las mismas variedades de habilidades y amuletos para fortificar al "Penitente" como los Rosarios y Estatuillas que añaden habilidades adicionales, pero reubicadas y reconfiguradas en un mejor sistema progresión. Las reliquias, por ejemplo, ya no tienen su propia pantalla, pero persisten dentro de las opciones del personaje en el menú de habilidades.

El Rosario sí repite, pero está rediseñado bajo otro esquema muy distinto al primer juego. Igual pasa con el santuario, que reemplaza a los Corazones de Mea Culpa con un altar personal de estatuillas de madera que puedes combinar para sazonar tu defensa y ofensiva acorde a tu estilo de juego. Encontrarlas, así como a las herramientas especiales para el NPC que te las esculpe, es determinante en tu cruzada. Atrás quedaron los coleccionables y otros elementos superfluos, pero se añaden otros que justifican la exploración dentro de su ramificado laberinto para encontrar estos tesoros.

Otra gran modificación que resulta muy bienvenida que extiende la variedad dentro del juego son las armas. Así, en plural. El primer Blasphemous tuvo una única espada, modificable con perks y amuletos. En Blasphemous II ahora tenemos tres, cada una con su propio skill tree que se actualizan con "Marcas de Martirio" que reemplazan a las lágrimas de B1. Una es una espada (Ruego Al Alba), luego están dos dagas (Sarmiento & Centella) y por último lo que pareciera un martillo (Veredicto). Cada una tiene una habilidad especial que la distingue de la otra, que incluye activar elementos ambientales de traslación y progreso, por fuera del típico perk de combate.

Lo demás permanece igual, el Fervor, la Culpa (ver review de B1), y los altares de peregrinación que sirven de checkpoints cuando mueres; similar a las hogueras de Dark Souls, donde rezar recupera HP, frascos de poción y estatus de vida, pero reviven todos los enemigos. Las Marcas de Martirio sirven de moneda para mercantes así como puntos para desbloquear habilidades. Estas no se pierden al morir, que como en el primero, queda una marca donde caíste, al encontrarla recuperas algo de HP y Culpa perdida.

Todo está en la estrategia, siendo que Blasphemous II no es un juego de hack & slash donde el ensayo y error son una forma de esperanza para progresar. No. Button mashing y dedos cruzados no te van a durar mucho en su travesía no lineal donde las herramientas para aumentar tu desempeño están bloqueadas por barreras de progreso que te debes ganar venciendo enemigos, Jefes formidables y obstáculos. Como también áreas secretas bien ocultas que requieren de un buen ojo clínico. Esto da un balance necesario para que no termines overpowered producto de un injustificado grinding.

Blasphemous II es duro, pero justo, la estrategia de cómo usar los elementos que encuentras, descubres o te ganas, es crucial. Unir dos estatuillas específicas en tu altar puede desbloquear un buff secreto sorpresa muy bienvenido. Como tener las pepitas de Rosario adecuadamente combinadas podrían ser la diferencia que te haga progresar en determinada situación con soltura. Igual es gastar tu Marcas de Martirio con los NPC que están dispersos por el mundo. Debes ser comedido administrando. El mapa puede ser intimidante una vez descubres gran parte de su arquitectura, pero puntos de teletransportación aliviarán el tedio de traslado si te los ganas descubriéndolos.

Pecando (sí, lo hice intencionalmente) de plagiar mi propio review del primer juego, encuentro apropiado este párrafo para no repetirme parafraseando lo que en Blasphemous II permanece sin menoscabo ante su predecesor. Cito de mi reseña de B1:

"… donde Blasphemous llama más la atención es en su alegoría religiosa, en específico centrada en el cristianismo teocrático. Ese período donde la superstición iba de la mano de la Fe, donde la palabra de Dios es Ley y cualquier desviación es blasfemia, paganismo, sacrilegio. Pero Blasphemous va más allá, hacia lo grotesco cuando se trasgrede hacia el horror. La identidad que proyecta ilustra su mundo y sus elementos con singular elocuencia dantesca. Sacrificio, dolor, sufrimiento, son parte de su mensaje."

Nada ha cambiado en relación a su lore y su historia. Al igual que en el primer juego, Blasphemous II trata de una población que se guía por el dogma al ser ciervos de un clérigo, durante un período oscuro, sometidos por el velo de la ignorancia que las religiones tejen sobre sus acólitos en la 'Ciudad del Nombre Bendecido'. Una nueva tierra donde el Penitente debe realizar otra cruzada de redención. En este caso, la maldición del "Milagro" que se cierne sobre sus habitantes. No digo más.

©2023 The Game Kitchen – Team 17

Visualmente es casi idéntico al original, pero puedo jurar –y no por el rediseño en general– que hay elementos gráficos superiores y efectos especiales sutiles que hace que Blasphemous II se vea mejor que B1 y eso comparándolos lado a lado. En la superficie parece lucir igual, pero puedo jurarles, sin detalles específicos, que Blasphemous II se ve mejor por alguna razón que no puedo describir con explicaciones técnicas. El audio también es idéntico, con fuerte énfasis en su excelente música atmosférica basada en guitarras acústicas y un piano solemne que a veces provoca soltar el control para escuchar.

Blasphemous II es una demostración que se puede hacer una secuela superando a la primera así ésta no pareciera tener espacio para mejoría. Sin sacrificar lo que la hizo legendaria, añade para mejorar y no abultar; rediseñando, reconfigurando y reordenando detalles que hacen un mundo de diferencia en calidad de juego. Un clásico que continúa de otro clásico y uno de los mejores juegos del año sin duda.

BIEN:
● Extraordinario metroidvania-soulslike 2D.
● Sólidas mejoras en jugabilidad y diseño.
● Exquisito pixel-art y música clásica.
MAL:
● Enorme, intimidante, brutal.
¿30$?: Altamente recomendable.
PS5 | 2023. Digital. Zona ALL. Video: 4K/60fps. Sonido: Dolby Digital 5.1, Jugadores: 1 (Online: N/A); Disco Duro: 2.3GB, DualSense Compatible. Trophies. ESRB Rating: M

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Bartholomeous

Copia de prensa proporcionada por cortesía de The Game Kitchen y Team 17

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