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Con frecuencia uno busca un escape de la realidad en los videojuegos, encarnar una fantasía mágica, deportiva y heróica para escapar de la mundana realidad. A veces buscamos simulación y realismo fuera del casual muñequito que nos divierta con sus habilidades especiales. Es raro encontrar lo opuesto y prestarle atención, es decir, juegos que nos estresen, que nos hagan reflexionar y hasta sentir mal. Esto fue lo que me produjo –al fin– jugar This War of Mine, el clásico juego polaco (11 Bit Studios) que nos da una muestra muy cruda e intima del lado nada glorioso de los videojuegos de guerra: las víctimas civiles; es la oposición al formato común que siempre busca el lado militar con enfrentamientos depurados en un formato deportivo nada realista.

This War of Mine lo odié, pero por lo bueno que es en lograr hacerte involucrar de una forma tan directa que te preguntas si los desarrolladores polacos contactaron a sobrevivientes de conflictos recientes geográficamente cercanos como Bosnia o Chechenia. Así fue. Es que la aproximación al formato de supervivencia es tan realista y tan estresante en los detalles que no puedes sino dejarte llevar por esa interrogante. This War of Mine es crudo y directo, sin ser permisivo ni benevolente a tus decisiones. Es dramático como lo es de deprimente. Es un juego pausado que te obliga a meditar cada decisión que tomas. Consiste en recoger recursos y gestionar a los personajes del grupo y llevarlos un día a la vez para sobrevivir la mayor cantidad de tiempo posible, como un roguelike que se reinicia si mueren todos. Como me pasó a mi una y otra y otra vez. Todo acto y decisión, tiene consecuencias. No hay continues ni botón de replay.

Es entretenido, pero al cabo de unas horas a mi me cansó. Se me hizo repetitivo. Sentía como el juego se hace cada vez más complicado y la curva de aprendizaje es bastante severa al principio. ¿Hasta dónde llegarías para sobrevivir? Nunca lo pude averiguar, porque si bien unos amigos me dijeron que llegaron al mes de supervivencia, jamás alcancé a mas de dos semanas aún luego de aprender de mis errores; que cometerás muchos, ya que el juego te deja a la deriva a que analices, descubras y administres todo como si experimentaras las vivencias en carne propia, sin experiencia, en situaciones de conflicto, escasez y peligro. Nunca te sentirás cómodo a pesar de su inherente repetitividad que, sumada a la monotonía visual en 2D con muy pocas variaciones entre localidades, nunca encuentras rutina ni llegas a un punto de seguridad que te garantice continuar.

Siendo aleatorio por naturaleza, la muerte suele ser repentina como inesperada, no siempre asociada con una mala decisión. El inventario juega un rol primordial. Hay que mejorar el refugio, las armas, mantener a los personajes de día y por la noche escudriñar recursos. Los controles no ayudan mucho, la iconografía es críptica y la interacción con los personajes es impredecible en el mejor de los casos, nunca asumas cómo los NPC se comportarán simplemente por su condición (maldito cura de la iglesia, es a ti a quien miro, hijo de las re mil putas). Lo de menos está en que un superviviente salga a explorar para satisfacer las necesidades del grupo, mientras los demás permanecen en el refugio descansando o curándose; pero si nadie sale, el grupo está expuesto a ladrones y bandas de peligrosos carroñeros. Tú debes hacer lo mismo si quieres sobrevivir. Es sacrificio, bajo nivel moral, vida o muerte. En este mundo en pleno infierno, de perro come perro, no hay amigos, la ley es matar o morir. Debemos cuidar siempre que tus personajes estén bien provistos, aprovechando al máximo los recursos más cercanos y saliendo por las noches a diferentes escenarios donde poder conseguir comida y materiales para subsistir.

Al contrario de otros juegos, This War of Mine destaca por basar su jugabilidad en un sistema simple de point & click del cual se desgranan múltiples opciones, pudiendo interactuar con determinados objetos y comandando a los supervivientes para que hagan diferentes acciones y tareas. De esta forma se cubren muchos aspectos técnicos y abarca multitud de posibilidades, estando bastante bien aprovechada en ese aspecto. This War of Mine Complete Edition nos muestra los efectos de la guerra desde el punto de vista de los civiles que tratan de sobrevivir en una ciudad sitiada en la que los recursos escasean. El juego ofrece diversas historias basadas en experiencias reales de supervivientes de conflictos. Gente común y corriente. Hombres, mujeres y niños que sufren desde la impotencia que provoca la escasez del día a día ante un panorama desolador.

La premisa principal es sobrevivir. El desarrollo se divide en ciclos de día y noche. Durante el día debemos tratar de organizar la vida en el refugio de nuestros supervivientes, los cuales hacen lo posible por mejorar su hogar reparando y confeccionando artículos al tiempo que se alimentan o descansan. Llegada la noche inclemente, es necesario salir a explorar sitios de diversa dificultad en busca de materiales, comida o gente con quien negociar. Tenemos que alimentarlos para que mantengan las fuerzas y el ánimo, pero también construir objetos o elementos necesarios para subsistir: una cama, herramientas, armas, municiones, ropas y chimeneas para el invierno. Fortificar el refugio de asaltantes e invasores, hacer medicamentos y hasta drogas (tabaco y alcohol) para llevar el estrés; lo normal pues. Por la noche toca recolectar recursos para poder realizar las tareas mencionadas y así conseguir avanzar en el día a día. Cada superviviente tiene su propia personalidad y habilidad que se puede llegar a resquebrajar en los momentos más insospechados, llegando a pasar por la depresión e incluso a veces… el suicidio.

Los gráficos destacan sobre todo por ser bastante artísticos, con multitud de detalles por toda la pantalla y con un estilo bastante único que refleja las consecuencias devastadoras de la guerra. This War of Mine tiene un aspecto simple pero efectivo, como si fuera el retrato de la Guerra a dibujo trazado a mano y con todo detalle. Que juega con los claroscuros de una manera especial, presentando un espacio onírico casi de pesadilla. Usando los rostros fotográficos de los personajes que controlamos a manera de sentir sus expresiones mientras leemos su estatus en forma narrativa con vínculos emocionales. El sonido es otro de los pilares principales del juego, suena de fondo complementando las acciones de los personajes, y despierta sobre todo en los momentos más tensos y peligrosos, dando una mayor sensación de soledad y sumando puntos al resultado final. Su banda sonora es muy ambiental, con una serie de efectos muy realistas y omnipresentes de los tiroteos y las explosiones del combate a distancia.

This War of Mine es una propuesta atemporal debido a su contexto, que sale a relucir muy oportunamente debido a la invasión genocida de Rusia a Ucrania que nos ha golpeado a todos de alguna manera. La maldita guerra nos acompaña desde tiempos inmemoriales. Pero aquí es diferente. Especialmente en el mundo de los videojuegos, donde el conflicto se suele utilizar por pura diversión y sin miramientos, convirtiendo nuestra pantalla en una ensalada de plomo virtual, sin pensar en las consecuencias de disparar el gatillo. Este juego nos muestra la otra cara, la oculta, la inevitable.

Aquí no hay vencedores ni vencidos, y es donde reside la magia de This War of Mine. Una magia muy cruda, ya que el juego tiene la habilidad de hacernos un nudo en el estómago cada poco tiempo con cada pequeño microrrelato mostrado en el desarrollo. This War of Mine elaboró su jugabilidad intentando siempre aportar un cariz verídico y creíble a esta situación delicada. Quizás sea la mayor virtud del videojuego: que consigue convertirnos en testigos del terror de la guerra de una forma tan cotidiana y real que asusta. Tristeza, pena, sufrimiento, muerte, estas son algunas de las palabras que describen This War of Mine. A pesar de su acierto, no es lo que busco en un videojuego, esta estrés, depresión y frustración por la responsabilidad que está inherente en su drama y su ejecución.

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Bart

Copia de prensa por cortesía de Terminals.IO by EVOLVE y 11Bit Studios.