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CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
La Otra Dimensión:

Le sacamos la boleta al XBOX One: Final de Generación

Noticias Xbox One

Esta generación terminó. Cierto que siempre estiran su duración un tiempo más hasta que inevitamblemente terminan en el recuerdo del retro gaming (una forma generosa y respetuosa de no decir que quedan obsoletas, ya que en este gremio el hardware quizás sea arcáico, pero los juegos no, en especial los clásicos), pero al momento de pasar la titularidad a la nueva generación, se puede decir que su tiempo culminó de forma oficial y pasa a ser Last-Gen.

Les advierto que este artículo de opinión analítica que llamo "boleta de evaluación" es casi un calco copy & paste de la boleta que saqué en su 5º año –en Enero 2019– para el XBOX One. ¿Por qué hice este acto de auto plagio pirata poco profesional? (que es válido porque lo escribí yo y lo puedo editar, actualizar y republicar si lo considero justificado) se debe a que por más que intenté darle un aire actualizado, no pude. Esto se debe a que el estatus del XBOX no cambió en casi nada desde entonces. Una plataforma virtualmente en coma, desahuciada. Por ello las similitudes entre ambos artículos salvo por ligeros ajustes para cierre a esta generación para Microsoft y su puntuación final.

A siete años cumplidos este 22 de Noviembre ya el XBOX One, como plataforma, dio todo lo que tenía que demostrar, si no lo han puesto sobre la mesa, es tarde, ya no hay tiempo para más. Es decir, a estas alturas sólo queda despedirte con lo mejor que presentó durante la 8ª generación de consolas y para eso siempre en RTx le sacamos la boleta de evaluación. En este sentido, y en la tradición de las boletas que le sacamos a cada plataforma año tras año, esta será la definitiva para el XBOX One, donde veremos el legado que dejó y si fue un éxito o un fracaso.

Microsoft la tuvo bien mal desde el comienzo con el desastroso lanzamiento del XBOX One que, aún hasta hoy, sufre las consecuencias de lo que fue una generación para el olvido. Si bien con el enroque de Phil Spencer al puesto de CEO al frente de la división XBOX –y la salida de Don Mattrick– reconocemos que la marca dio un vuelco de 180º que mantuvo a esta plataforma viva al menos para un mercado reducido, casi nicho, que es muy similar a un coma inducido.

El arranque del XBOX One fue como la aceleración de un dragster, casi quemaron toda la gasolina que tenían –y no tenían– en materia de videojuegos para nutrir su catálogo. En un inicio se veía que el XBO disfrutaba de un mayor surtido de juegos y exclusivos que su contraparte japonés, al que le tomó dos años calentar motores en esa materia. Pero si algo aprendimos es que una generación de consolas no es una carrera, sino un maratón; puesto que Sony y Nintendo, con su vasta cantidad de estudios propios respectivamente, terminaron dominando el mercado dejando a su rival americano en el terreno.

Este el punto crítico que afectó en gran medida el porvenir del XBOX One una vez que agotó su oferta inicial de juegos, además de gastar recursos en reparar el enorme daño que se hicieron con el mercadeo inicial que afectó su imagen post presentación y lanzamiento. ¿¡y Los juegos!? Eso es todo lo que define a una plataforma y sin ellos no tienes nada. Siendo justos, sí tuvo juegos exclusivos en un intento por nutrir a la librería con ofertas de sus pocos estudios.

Pero salvo unos indies exitosos como Cuphead, Ori y Sea of Thieves –este último el único que no perdió su exclusividad– la mayoría de sus proyectos AAA resultaron mediocres: Quantum Break, Crackdown 3, Halo 5, Gears 4, ReCORE, State of Decay 2, Dead Rising 3, Ryse, etc., los mejorcitos siendo la dosis anual de Forza, el reboot de Killer Instinct y quizás su one hit wonder: Sunset Overdrive. No me hagan hablar de los projectos cancelados porque esa herida aún no sana del todo (Scalebound, anyone?).

Microsoft supo que su falta de desarrolladores propios –y ajenos– dejó al XBO como una consola apenas lo suficientemente exitosa en su mercado doméstico, único donde gozan de números saludables atendiendo a un target acostumbrado a juegos mainstream multiplataforma de carácter online… principalmente shooters (Fuck Yeah 'Murrrica!). No obstante, sin un catálogo exclusivo denso y variado que ostentar, Microsoft optó por lo que mejor sabe hacer: servicios en línea. Aquí hubo cierto grado de innovación para al menos dar la ilusión se mantenerse en el juego. Servicios que en un inicio obligó a su competidor a tratar de imitarlo, como por ejemplo el uso de un disco externo para expandir la librería de juegos instalados, fue una iniciativa de XBOX casi que desde el comienzo de la generación saliente.

Servicios como el Backwards Compatibility, Game Pass y Game Everywhere, sirvieron como valor agregado para quienes vieron en el XBOX One una plataforma viable, si bien la falta de contenido AAA exclusivo seguía afectando su reputación y presencia en la generación de salida. Considero que con Game Pass hay suficientes méritos en innovación de servicios, que se perfila como el modelo pionero de distribución por suscripción aunque a largo plazo no es una perfecta relación precio/valor dado que el modelo no atrae a los desarroladores y publicistas a colocar sus joyas "Day One" hasta que no se sequen en el mercado regular (o sus propias tiendas y servicios).

Sin embargo con Backwards Compatibility se le da un respiro al XBOX One para ampliar artificialmente el catálogo. Estrategia que han tenido que mantener incluso para el comienzo de la actual generación donde aún carecen de material original para el debut del Series X, el relevo del One, algo inédito en la industria de los videojuegos. Se ha demostrado con estudios de mercadeo que el porcentaje de personas que usa su consola actual para jugar juegos viejos es muy reducido, de hecho, un dígito porcentual, esto no vende unidades.1

Pareciera contradictorio dada la popularidad de consolas retro/clásicas "mini" que han surgido en los últimos años, pero el desempeño saludable del mercado de los retro games no significa que la gente compra consolas modernas con esos juegos en mente. Los juegos que mueven las ventas de unidades de consolas vigentes son y serán siempre los estrenos –y exclusivos– AAA de la temporada. Game Everywhere también vino como un arma de doble filo. La estrategia amplió las posibilidades de jugar los juegos de XBOX en el PC bajo Windows, pero a la vez que reduce el atractivo de la marca XBOX al no tener títulos atados a la plataforma que obliguen a comprar su consola.

Al parecer Microsoft creyó que el problema estaba en el hardware. El Kinect demostró ser algo que nadie quiso y ahí estuvo su primera falla. Luego, ofrecer la opción de una versión 'Elite' de su gamepad no fue suficiente atractivo. Para finalmente desarrollar una version más poderosa de la consola, el XBOX One X, más costosa y con más potencia, que para nada alivió el grave problema de la falta de juegos que aproveche ese potencial y por ende su estancamiento en el marketshare mundial; donde terminó con menos de 50 millones de unidades vendidas (42M para NPD y 44M para NIELSEN, los estimados mas precisos de las rastreadoras oficiales de marketing más prestigiosas de USA). Menos de la mitad alcanzado por el PS4 y casi la mitad del Switch –hasta ahora– que arrancó tres años y medio más tarde… si esto no es un fracaso absoluto al estilo del Dreamcast y ATARI 5200, entonces no sé.

El XBOX One X fue una costosa y mala estrategia para complacer al minúsculo segmento del mercado de videojuegos que le importan los gráficos por encima de los juegos. Nintendo demostró que no hacía falta meterse en la carrera armamentista de los TeraFlops ni el 4K, puesto que, al igual que Microsoft, su consola Wii U empezó muy mal y no se recuperó. A media generación cambiaron de plataforma con el Switch, manteniendo su misma estrategia de juegos endógenos, demostrando que el hardware no manda ni la consola más poderosa lidera una generación.

Aunque algo tarde, Microsoft parece al fin entender que los juegos son lo más importante. Sigue de forma obtusa apostando por franquicias e I.P. vencidos como Gears of War y Halo, decidió adquirir una serie de estudios para reforzar su alineación de desarrolladores first party que no acertaban con un título "must have", salvo Turn 10 quien lidera el género de los racers con Forza.

En lo personal, el único acierto positivo de lo que es sin duda una generación para el olvido, vino en materia de hardware y no fueron los TeraFlops ni el 4K de su "consola más poderosa del mundo". Fue un accesorio que le dio entrada a los videojuegos a un segmento gamer que, por razones traumáticas o biológicas, estaban excluídos del gaming por su discapacidad física al no poder usar un gamepad tradicional. El XBOX Adaptive Controller es lo único que me ha hecho aplaudir de pie a Microsoft por tan noble causa. Con ese producto se perdió dinero en la misma medida que se perdió con el XBOX One X, en donde ambos productos sólo apuntan a un segmento muy minoritario en el mercado. Pero comparen, entre el XBOX One X y el XBOX Adaptive Controller ¿cuál de los dos productos de hardware amplió la quota de market share al XBOX a la vez que trajo más dicha a sus usuarios?

No tengo números ni una fuente de estudio de mercado que lo soporte, pero apuesto a que el aumento repentino en las ventas de la consola XBOX One durante la segunda mitad del 2018 se debió a la introducción del Adaptive Controller abriendo las puertas a millones de clientes discapacitados que antes no tenían una opción para entrar al mercado de los videojuegos. No fue por el One X. Para reflexionar.

¿Qué depara a la plataforma XBOX para el futuro? ¿Volverán más humildes y dispuestos a olvidarse del poder del hardware y concentrarse en juegos de calidad? Esa pregunta la dejé en el artículo original y hoy vemos que no aprendieron, su campaña de "poder" sobre todas las cosas, incluso los juegos, fue el tema exclusivo para presentar al Series X y los resultados están por darme –de nuevo– la razón. Parece que piensan apostarle al Game Pass –y quizás Project xCloud– en la próxima generación. Pero si no se afincan en los juegos, les auguro un futuro nada distuinto al presente.

Juegos: Ñame (☆☆☆☆☆)
Servicios: Pasta (★★★☆☆)
Innovación: Mancao (★★☆☆☆)
Soporte Terceros: Mancao (★★☆☆☆)

Mancao
(★★☆☆☆)

___________
Barton

[1] Fuente: Game Studies.

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