Old Snake Callahan
Los films de Clint Eastwood siempre dan de qué hablar por un contenido que, de una u otra forma, comprometen las emociones con algún tipo de racionalismo moral. Cuando trata de jazz, guerra, western o simplemente algún drama personal, hay elementos aislantes que hacen única la historia de cada una de sus películas. No podemos decir lo mismo de Gran Torino, su trabajo más reciente desde la silla del Director en donde vuelve a tomar el rol simultaneo de actor líder. Gran Torino es una buena película pero se distancia de sus trabajos más aplaudidos que tienen un contenido que reúne los elementos emocionales descritos al comienzo. Sin dramas de proporciones épicas como Million Dollar Baby o pruebas morales intensas como en Mystic River, Gran Torino al menos plantea un mensaje de dualidad de sentimientos personales, donde colindan principios morales y cargas de culpa en conflicto permanente en la conciencia de cualquiera.
El guión puede verse superficialmente como un episodio de algún drama televisivo, pero es la experiencia de Eastwood como Director la que mantiene a Gran Torino con status de drama para la pantalla grande. Mucho se debe a que Eastwood hace toda la película magistralmente, ya que en esta ocasión su manejo de los actores como Director no pudo sustentar su rol principal debido al débil reparto que lo acompañó en el film.
Una dirección pausada que en contraste con una edición muy lenta, propone muy pocos elementos de suspenso en una narrativa lineal para asimilar los hechos con calma. De hecho no existe score de ninguna clase, acaso un fondo musical en una escena y un tema al cierre, pero nada de compaginación incidental para acentuar las emociones. Quizás Eastwood no quiso guiar las emociones del espectador para ponernos en los zapatos de la soledad y miseria social del cuasi ermitaño y prejuicioso protagonista. Es válido. Por lo tanto no esperen una narrativa constructiva dramática como Million Dollar Baby o una acumulación de suspenso con flashbacks como en Mystic River.
En fin, para asomarles una sinopsis, Gran Torino representa la intimidad reclusiva de un anciano muy conservador, emocionalmente reservado y de principios estrictos, que se encuentra condenado a la soledad en la cual se confinó. Luego de enviudar, su soledad lo atormenta a la vez que carga el peso de la culpa de sus acciones en el pasado, consiguiendo compañía en una vieja perrita, una cava de cerveza y su impecablemente conservado Ford Grand Torino 1972. Veterano de la guerra de Korea, es uno de esos ancianos gringos ortodoxos de una crianza prejuiciosa hacia todo lo extranjero. Con un racismo cultural que lo hace emplear una conducta nacionalista pro-americana (gringa) donde sólo acepta a lo autóctono dejando a un lado cualquier mezcla con otras culturas. Un viejo amargado, distanciado de sus hijos mayores y sus nietos, sumamente criticón y de carácter rancio sin dejar espacio para intercambio de emociones. Algo así como si se retirara a la vejez Solid Snake o Harry Callahan, porque hasta habla y se comporta igualito a ese par de duros. Tipo Serio no joda. Su claustro se ve comprometido ante el inevitable contacto con unos vecinos asiáticos que pone en juicio sus errores y sus culpas.
El guión es suave, simple pero con el ingrediente moral y cultural que quizás te deje pensando un poco a la salida, pero no por días como en River o en Baby. El problema más grande del film está en el soporte de los actores asiáticos, que salvo por la chinita tielnita miamol, TODOS necesitan unas clases de actuación del método, o al menos una pasantía por teatro. Son de cartón y emocionalmente cortados y pegados que no calzan con la soberbia interpretación de Eastwood del viejo amargado y racista. Al menos unos pocos actores de renombre aparecen para dar soporte corto, como John Carroll Lynch (Zodiac, Fargo), pero no son quienes llevan el film a cuestas como los asiáticos en su rol de actores de reparto. Muy en especial me refiero al chamo que contrasta con Eastwood, que no funciona de la misma forma que lo hizo la bien desenvuelta chinita tielnita miamol. En fin, un buen film pero no uno de los mejores trabajos de Eastwood, al menos detrás de la silla del jefe, recomendable para la cartelera Rural de la semana.
Film: Pasta (★★★☆☆)
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Sir Barton