Rural Tex es un estúpido portal web de noticias y reseñas sobre videojuegos y cine popular. Combatiendo el mal gusto desde 2005 (nos está costando mucho) Influenciados por nuestra cultura geek de Comic Books & Gaming, hacemos Periodismo Gonzo de tercera en este 'Colosal Desperdicio de Ancho de Banda'

RESEÑAS

Todas las reseñas de videojuegos y cine se encuentran en nuestra base de datos alfabetizada. Rural Tex™ no apoya la piratería, todo medio que se revisa es estrictamente legal y original.

Importante: Información Legal.

CALIFICAMOS ASÍ

Nuestra escala para calificar las reseñas del 1 al 5. Con el Sir William McKay reservado sólo a la excelencia.

  • Sir William McKay: Aleph One.
  • Willy McKay: ¡Non-Plus-Ultra!
  • McKay: Muy bueno, peeero…
  • Pasta: Ta' Bien… Ta' Bien…
  • Mancao: Coleto impresentable.
  • Ñame: ¡Que nos devuelvan el tiempo y dinero que perdimos en revisar esta grandísima porquería! ¡Un CULAZO!
Spiff-O-Rama - Reseña: Django Unchained

Con Albóndigas

Cine Cartelera

Realmente pensábamos abrir la santamaría en éste, nuestro mes aniversario, el próximo Domingo donde se cumplen ocho años empujado con tractor de este colosal desperdicio de ancho de banda™ ...y de su tiempo. Pues nos adelantamos abriendo las reseñas de cine con esta joya extraordinaria de Quentin Tarantino que se estrena en nuestro país el día de hoy. Muchas dudas en torno si Tarantino sigue en el tope de su juego con esta entrada al género Western –mi favorito– con su inusual Django Unchained que quedan inmediatamente descartadas con el primer acto. Es difícil conservar ese estilo particular de hacer cine con exitosa disciplina –al mismo tiempo que se escribe y dirige– cuando se acumula una cadena de sobresalientes films que han hecho del extrovertido Director una leyenda viviente a lo largo de su carrera.

Un homenaje en el puro sentido artístico y técnico a los clásicos “Spaghetti Western” de los años 60, Tarantino sigue demostrando su nostalgia a una época del séptimo arte que cobra mayor sentimentalismo si usamos la tendencia actual de la industria como comparación. Django Unchained suma la narrativa estructural B-Movie de hace treinta años con el acabado retro de las clásicas cintas de Sergio Leone con el caricaturesco absurdo circunstancial de los guiones de Tarantino. Elocuente, sangrienta y cargada de sátira, Django Unchained roba los mejores componentes visuales y narrativos de sus trabajos pasados en una odisea del lejano oeste al mejor estilo de un comic book.

Django Unchained se percibe en síntesis como el origen de un personaje de superhéroes por la forma que construyen el personaje central. La historia de un esclavo en la época previa a la guerra civil norteamericana, que da vuelta a su destino por medio de un mentor que desafía los cánones socio-culturales que para entonces estaban muy arraigados en el modelo esclavista post-independencia. La transformación de un sumiso sirviente a un forajido despiadado resulta natural y progresivo luego de ser liberado de facto por el caza recompensas foráneo que ofende el status quo social segregacionista. Creando un binomio de caza bandidos que opera al borde de la ley llegando a establecer lazos personales que unen en un fin común de justicia y antecedentes sentimentales.

Cabe destacar que el tema racial es tan fuerte en lo verbal como el lo gráfico que se da de la mano elegantemente con la violencia gratuita de turno que siempre ilustra un film de Tarantino. Reflejando el período crudo en que la esclavitud y explotación de la raza negra poseía absurda legitimidad de la misma manera que perdura en el tiempo en el colectivo irracional de una minoría de conservadores vencidos. Lo que me obliga a cuestionar si realmente fue necesario sobre emplear el término peyorativo “nigger” a discreción –popular en los blaxploitation de Tarantino– pero de una manera extrema e incómoda que deja una nueva marca incluso para una película de él.

Lo importante aquí no es el foco morboso en el tema racial de Django Unchained que pudiera prestarse a sacar conclusiones polémicas en su interpretación. El mensaje entre líneas tiene una connotación más hacia los principios personales y ética deontológica. Donde la mentalidad primitiva prevalece sobre el sentido común y lo moral. El corte violento como retribución redentora sirve de compensación emocional para el espectador ante tanta irracionalidad inhumana que sirvió entonces de base para la venidera guerra civil norteamericana. Tarantino resulta brillante en su dominio y control de escena en que predomina la caracterización, casi caricaturesca en sus diálogos, por encima de la acción para anclar la narrativa. Personajes bien construidos y dirigidos que conectan genuinamente con la audiencia que no siempre se da cuenta que fueron igualmente dirigidos –en emoción e inteligencia– por el audaz Director.

Django Unchained rebusca esa atmósfera Spaghetti Western con todo y sus temas musicales de referencia pop-cult –fuera del período– más acorde con su perfil de grindhouse cinema que es imposible de separar de Tarantino. No es el único anacronismo presente como la presencia decorativa de iconos egipcios que no se descubren sino para el próximo siglo, así como algunas armas son del período del salvaje oeste post guerra civil (también cosas muy obvias como lentes de sol, lenguaje moderno y sifón de cerveza de barra, Tarantino fue muy liberal con el contexto en general). Normal en este caso diría uno.

Incluso hay temas referenciales de Ennio Morricone y la participación de una figura emblemática de aquel cine italoamericano del oeste, Franco Nero para acentuar el homenaje intrínseco al cine italo-western (¿en honor a su western “Django” de 1966?).

Con mucho humor “negro” (Pa-pa pishhh!) a cuestas de una trama que no pierde seriedad sin importar el tono absurdo que lo desconecta de ser un drama. Bien llevado rítmicamente que se fortalece en los diálogos y tensiones acumulativas por lo impredecible que puede tomar el rumbo de los acontecimientos. Trama que sin ser compleja cambia las reglas de juego en el histórico duelo del bueno y el malo. Django Unchained manipula las emociones y guía al espectador hacia lo improbable, algo muy característico de Quentin Tarantino. Con un climax “killbillesco” a lo western que humilla a Butch Cassidy por su grotesca violencia gráfica quasi-animé. Que merece elogios al editor, Fred Raskin, que es el primero en trabajar con Tarantino luego que éste último perdiera físicamente a su fiel Sally Menke. Aquí menguan los flashbacks por una proyección más secuencial.

El reparto es un lujo con Jamie Foxx (Collateral, The Kingdom, Ray) a la cabeza de un elenco de primera que se da el lujo de circular estrellas, olvidadas y vigentes, casi en modo de cameo. Foxx domina la escena en su personaje de Django con convincente evolución desde su pasado retraido hacia su desenlace de resentimientos vengativos. Un verdadero bandido que asume la frialdad de un vaquero con espuelas en los cojones. No hay duda que Christoph Waltz (Inglourious Basterds, The Green Hornet) merece el caudal de elogios que recibe por cada actuación que realiza porque el tipo es puro carisma, dominio y versatilidad; como vilano o paladín el tipo está en los papeles y aquí se destaca en hombros casi haciendo la película suya. Si pensaron que Franco Nero fue el único actor que Tarantino sacó del olvido, su especialidad, aquí coloca a un Don Johnson cómodo (lo hice a propósito, ja ja) en su rol de un “Coronel Sanders joven” (busquen el chiste).

Contrarrestados por Leonardo DiCaprio (Shutter Island, Body of Lies, Inception, The Departed) demasiado sobrado haciendo del villano frontal que encubre al más devaluado de los antagonistas representado por Samuel L. Jackson (Pulp Fiction, Jackie Brown) en un rol fuera de su zona de confort (no badass this time) que pondrá a prueba tu temperamento. Sin olvidar la excelente Kerry Washington quien vuelve a hacer pareja –ideal– con Foxx (Ray). Hay de todo en el elenco, con el cameo casi en desuso de Tarantino (se extrañaba) y uno de Zoe Bell enmascarada, además de Jonah Hill, Robert Carradine, Bruce Dern, Michael Parks y Walton Goggins (Lincoln), puro cartel, algunos de ellos fetiches de Tarantino como Parks y Bell.

Muy divertida, inteligente, simple y retro que puede ser muy cruda y ofensiva a personas sensibles en lo gráfico y verbal, pero así son las películas de Tarantino, deal with it you sonsabitches. Otra más para su legado que se vuelve cada vez legendario. No es su obra maestra pero difícilmente se le puede negar que Django Unchained funciona más que por la suma de sus excelentes componentes.

Altamente recomendable como la cartelera rural del mes.

Film: Willy McKay (★★★★★)

___________
Bart

Template Design by Rural Tex